miércoles, 4 de noviembre de 2015

DERECHOS DE LAS PERSONAS Y DE LOS ANIMALES COMO SUJETOS EXPERIMENTALES.

En la actualidad, las Ciencias Experimentales, como la Biología, la Química o la Física, o las Biomédicas, se han podido podido desarrollar gracias a diversos experimentos, mismos que se han llevado a múltiples descubrimientos científicos que han permitido que el ser humano tenga ventajas.

Para alcanzar estos avances, se han valido realizar estudios en animales, e incluso, en el propio ser humano, aquí es donde la Ética entra en el dilema de si vale la pena, en muchos casos, el sufrimiento, o incluso la muerte, de un ser vivo para beneficiar a la humanidad.

El ser humano siempre ha sido objeto de estudio y experimentación, lo que ha permitido llegar a los alcances que actualmente tenemos, para ello ha sido necesario que la Medicina se haya ido desarrollando. Mientras entre los antiguos egipcios, griegos y romanos el conocimiento medico se forjo a partir de inferencias empíricas, ciertas influencias cósmicas y del equilibrio de los cuatro elementos, relacionados con algunas características de los organismos, supuestamente fisiológicas, no fue sino hasta el siglo XIV con Harvey cuando se vislumbra la fisiología y, con ello, la era de la experimentación. Posteriormente, Cláudio Bernardo postula el principio de la experimentación denominada vivisección para poner al descubierto y ver funcionar las partes ocultas del organismo: Así surge lo que hoy conocemos como crujía.

Con base a lo anterior, debemos preguntarnos cuales son los limites que se deben respetar en el caso de que el individuo sea el objeto experimental. De acuerdo con los especialistas, el primer punto a resaltar es que se debe experimentar con el hombre siempre y cuando se tenga la intención de curar la enfermedad que sufra, proporcionarle los medios para llevar su padecimiento con las menores complicaciones posibles o salvarle la vida. Otra cuestión que surge es: ¿Se puede experimentar con los condenados a muerte o con los enfermos terminales próximos a morir? La respuesta es complicada, porque si bien podrían obtenerse muchos conocimientos a partir de ello así como descubrir la cura para muchas enfermedades, también entra en juego el derecho humano por excelencia: El derecho a la vida. Debemos recordar que ante todo, los derechos humanos deben estar por encima de cualquier situación, aun cuando los alcances de la ciencia traigan consigo descubrimientos sorprendentes.

Otra pregunta que se genera es: ¿Es aceptable torturar, maltratar o quitar las extremidades a un ser humano para mejorar la calidad de vida de otro? Aquí la respuesta seria que no, nuevamente se atentan contra los derechos de otros individuos, lo que bajo ninguna circunstancias puede permitirse. Casos en los que se ha experimentado con el ser humano, en los que no se ha pretendido mejorar la calidad de vida del hombre, fueron los experimentos genéticos realizados durante la Segunda Guerra Mundial en los campos de concentración nazi, los cuales pretendían preservar únicamente la raza aria, la supuesta raza única y pura, cuyos descendientes debían caracterizarse por tener cabello rubio y ojos azules, además de otras peculiares. Aquellos sujetos que no tuvieran estos rasgos eran eliminados, inclusive llegaron a modificar sus leyes con el objetivo de poder investigar si la raza a la que pertenecían las personas era totalmente pura.



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